Debido a la situación actual, todos, absolutamente todos tenemos luchas, batallas, procesos, y esta situación es constantemente. Con todo eso, solemos cansarnos, pensamos mucho, la sudamos y nos convertimos en personas fuertes.

Hoy en día necesitamos fuerza para luchar, para abrir los ojos y poder levantarnos y saber que tenemos otro día más para seguir siendo fuertes.

Y es que si vemos de manera consiente a nuestro alrededor, nos damos cuenta fácilmente que este mundo está peor cada día y entonces sí o sí necesitamos fuerza para no rendirnos o solo simplemente "hacernos los fuertes", que no es lo mismo.

La verdadera fuerza es algo que nace de ti, algo que no te deja rendir pase lo que pase. Va muy ligada a las prioridades y las motivaciones correctas. Somos fuertes cuando miramos los días hermosos y de manera correcta, de forma positiva y vemos en cada momento una oportunidad para superarnos a nosotros mismos. La fortaleza nos permite aguantar las circunstancias negativas y los problemas, porque nos ayuda a pensar a que si soportamos y actuamos conforme a nuestras metas, lograremos nuestros objetivos. Al final de todo, si somos fuertes, disfrutaremos de una gran satisfacción.

Hacernos los fuertes, es algo diferente. Simplemente decimos que lucharemos para motivarnos mentalmente, pero no actuaremos. Nuestras aspiraciones pueden ser tan generalizadas y nuestras metas imposibles. Hacernos los fuertes es prácticamente un autoengaño en el que nos creemos superiores a los demás o a nuestros problemas, sin tener la certeza correcta de un plan en acción para luchar contra ese problema.

Somos fuertes cuando "caemos y nos levantamos", incluso cuando pensamos que todo se nos viene encima. Si miramos la vida de forma correcta lograremos descubrir que ésta nos enseña a convertirnos en personas fuertes y no solo a hacernos los fuertes por un momento.